Creo que una de las actitudes más importantes es ser optimista. Sonreír a la vida, tomarse las cosas con filosofía, y buscar el lado bueno de las situaciones que lo permitan, que nos enseñen como afrontar la misma situación en otro momento. Cualquiera que me vea, seguramente afirmaría que soy muy optimista, porque siempre estoy con una sonrisa en la cara, y soy creo, agradable con la gente. Pero muchas veces las apariencias engañan. Intento ser optimista, pero me cuesta. Intento aprender de los que me rodean, pero me cuesta. Hoy tengo un mal día y se nota! Borraría estas palabras, pero seguramente días como el mio los tiene todo el mundo. Sabemos que por circunstancias desagradables de la vida y producto del azar, se nos truncan los sueños que teníamos, de modo que con lo inteligente que es el ser humano, deberíamos disfrutar de cada momento y no perder el tiempo pensando en aquel suceso que me hace sentir triste o aquellas palabras que me han dicho y tanto me han dolido, porque el azar puede tocar a cualquiera, y no hay vuelta atrás. La vida es un regalo, y hay que tenerse en cuenta. Hay que valorar lo que tenemos, a los que nos quieren y se preocupan por nosotros, y corresponderlos. (No he escrito nada que nadie sepa ya, pero a veces es necesario que nos lo recuerden para tomar mayor conciencia).
lunes, 2 de julio de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario